¿Dónde está la foto? ¿Cuándo la atraparemos entre las redes de nuestras pupilas y nuestras cámaras?¿Cuándo?
La respuesta a estas sencillas preguntas es bien fácil, el pasado sábado 23 de agosto, cuando en Sevilla el sol abrasaba, los amigos de Fotoquinto decidimos ir a buscar esa imágen en la hora azul, ese rincón de Triana que nos atrapase como un suspiro nuestras pupilas.
Quedamos a las siete y media de la tarde en la plaza del Altozano para desde allí dirigirnos en una primera parada al sin par Mercado de Triana. Tras atravesar más tarde el Callejón de la Inquisición paseamos junto al Guadarquivir; no vimos barreras a nuestros deseos y nos acercamos hasta él para desde el embarcadero sentirlo más cerca, y mirar desde abajo esa obra perfecta y emblemática del Puente de Triana.
Pasear junto al rio nos dejó momentos inolvidables, risas cómplices, y como no, "cazadores cazados". Recorrer las orillas del Guadalquivir dio para mucho, para hacer encuadres inimaginables, composiciones diferentes, lecciones de manejo de cámaras y risas y risas y risas...
En esta salida nuestra , se nos unieron un par de amigos más Manu y Mayte a los que acogimos como solo nosotros sabemos, con cariño y mucha complicidad. Aunque hacía calor, mucha calor no por eso dejamos de llevar nuestra camiseta-manta, esa que nos personaliza frente a todos y antes de ir a tomar unas "rubias bien frías", junto al Monumento a la Concordia y sintiendo la leve brisa del río nos hicimos nuestra foto de grupo.Con pancarta incluida como no podía ser menos.
Y llegó lo esperado, lo ansiado, lo deseado ...unas rubias bien frías que esta vez degustamos en uno de los bares con más nombre de Triana, "Las golondrinas" aunque alguien la bautizase como Las Gaviotas. El nombre es lo de menos, lo demás fueron las cervecitas y esos montaditos de solomillo y pinchitos que nos "jalamos".
Y la noche empezaba a vivir y Sevilla se vistió de gala para nosotros, para nuestras cámaras y ahí vinieron esas nocturnas urbanas. Disfrutamos de lo que más nos gusta, de lo que más nos une, de lo que más nos acerca : la fotografía.
Y terminamos la noche donde la empezamos, junto al mercado de Triana, tomando unos helados que quitaban la tapa del "sentío", completando así el círculo mágico de nuestra última salida de agosto.
Foto: Selu |
La próxima ya sabéis, las Salina de Isla Cristina y su muelle pesquero al atardecer. Allí de nuevo risas, de nuevo complicidad, de nuevo camaradería. Como dice nuestra amiga Reyita:
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