Nuestro Pequeño Fotógrafo

En nuestra salida de ayer al peñón de Algamitas, no podíamos imaginar que nos íbamos a encontrar con nuestro pequeño fotógrafo. Alejandro, que así se llama él, acompañaba a sus padres Jessica y Selu. Durante todo el recorrido ni una sola queja salió de esa boca, y razones tuvo porque aguantar a un grupo de adultos que se creían cabras montesas, que se paraban cada dos por tres a hacer fotos, que no dejan de quejarse por el calor, por la subida, por mil y un motivos ya tiene merito en sí mismo.
Pero no, Alejandro escondía en sus manitas y sobretodo en su mirada ese diamante que se adivina, que se asoma a través de su cámara de fotos. Ahí estaba él, cargando con una cámara que pesaba para su edad y captando todo aquello que ya empezaba a sorprenderle, a llamarlo bajito para que lo captase en ella.

Alejandro en acción
Fotos: Beli Orta (Peneka)

Este chiquillo nos enamoró (o por lo menos a mí me cautivó). Aguanta la mirada como pocos adultos lo hacemos frente a una cámara, sonríe y nos enseñó toda esa frescura e inocencia de su edad. Y ahora todos nosotros estamos temblando ya, porque él tiene todo el tiempo del mundo, toda su inocencia y todo ese deseo de conocer y descubrir. Así que imaginaros que fotones nos hará el niño.

Mi mamá y yo
Modelo: mamá
Autor: Alejandro Carreras

Gracias Alejandro por venir y por enseñarnos tanto siendo aún tan pequeño. Aunque sé que mi presidenta se va a reír un rato, no puedo evitar enviarte desde aquí unos besitos de algodón dulce. Hasta la próxima, nuestro pequeño fotógrafo.

(Texto: Beli Orta)