ONUBA ABRIÓ SUS BRAZOS Y NOS OFRECIÓ SU LUZ

     Cuando Fotoquinto dice "allá voy", va para allá aunque las predicciones meteorológicas vaticinen aguas mil. Y algo así ocurrió el pasado sábado 27 de septiembre. Nuestro buen amigo David Morón llevaba tiempo organizando esta salida para visitar su tierra: Huelva, Onuba,Gaelbah. Llámese como se llame, digase como se diga, solo pudimos mirarla como miramos todos aquellos lugares a los que vamos: con la mirada del corazón.

 

Foto: M.Iglesias

     Salimos desde nuestra sede social, la puerta de la biblioteca de Montequinto, a las nueve y media de la mañana de un precioso sábado de comienzos del otoño. Nuestra primera parada fue el PUERTO DE LAS CARABELAS, donde hicimos nuestra primera toma de contacto con la tierra choquera; fue ahí también donde nos hicimos la foto con nuestra querida pancarta (que tanto gusta a nuestro otro David, porque siempre que se coloca la misma su nombre sale a relucir, junto a ella, junto a nuestro nombre, junto a ese lugar que nos acoge y nos hace disfrutar). Durante unas horas estuvimos dando buena cuenta de ese pequeño espacio donde se encuentran las replicas de nuestras naves conquistadoras, la Niña, la Pinta y la Santamaría.

Foto: J.R.Gil

Foto: M.Arranz

Foto: P.Florido

 

Foto: E. Solo Eso

Foto: I.Orta

   

Foto: D.Moron

  A unos metros de allí, y cuando ya las nubes iban apuntando maneras (mil maneras de llover, podríamos llamarlo) nos dirigimos hacia el JARDÍN BOTÁNICO CELESTINO MUTIS. Y aquí, mil y una pilladas, mil y un detalles florales y escultóricos, mil y una risas porque de ésas nunca faltan en nuestras salidas. Recorrimos este prequeño espacio donde el agua nos iba llevando de la mano para completar dicho lugar.

No podemos dejar pasar más tiempo para darles la bienvenida a nuestros nuevos integrantes a esta nuestra casa, Jose Rafael (cada uno lo llamamos como quisimos, Jose, Rafael o ¿queda alguna cervecita?), Enrique y su esposa y como no, nuesta Gloria que más tarde haría de las suyas en las Salina próximas a la ciudad.

Foto: A.Siso

Foto: A.Nebel

Foto: A.Gómez

     Al salir del jardín y siendo ya hora de reponer fuerzas, nuestro amigo Jose nos sorprendió con una neverita playera repleta de agüita amarilla bien fresquita y enlatada, donde los traguitos se miden dependiendo de quien los de (guiño dedicado a la presi)

     Siendo como era la hora de comer, nuestro anfitrión se lució llevándonos a un lugar con unas espléndidas vistas y mejores manjares. Unos platos combinados de miedo, aunque para miedo, la muerte por chocolate que eso sí que es morir y morir con honores.Mientras degustabamos manjares, el cielo se abrió en tromba y nos dejó una manta de agua que limpió el cielo de cualquier resto de mineral o malos humos. Llovió y llovió de lo lindo, pero tanto nuestros equipos como nosotros mismos, no sufrimos ningún tipo de percance. Como nos quedaba tiempo hasta el atardecer, nos fuimos hacia las Salinas cercanas a la ciudad (nada que ver con las de Isla Cristina). Allí nuestra amiga Gloria se soltó el pelo (aunque lo tiene bien cortito) y atrapó en vuelo a un ave esquiva donde las haya, el flamenco. Hasta aquí ya quedamos los de siempre, los "jartibles" (aunque en esta ocasión faltaba alguno que otro, ¿verdad, Sánchez?)

 

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Foto: G.Caa

      En las primeras horas de un nublado atardecer nos fuimos hacia EL PUENTE DEL TINTO, precioso donde los haya, poderoso donde los haya: una obra de ingeniería que te deja sin palabras cuando lo ves con las anaranjadas luces del atardecer. Y hasta aquí llegó nuestro amigo Julián con su sonrisa, su amabilidad y una caja de pastelillos de Moguer que levantaban la tapa del sentío. Nos acompañó durante un buen rato, nos hizo de cicerone de este bello monumento al ingenio y nos mostró todo su arte y todo su buen hacer y esa mirada suya tan cargada de sentimientos. Gracias Julián, porque ya no te libras de este grupo de locos de Fotoquinto, ¡¡QUE  - LO  - SE  -  PAS!!

Foto: M.Iglesias

 

Foto: M.Donoso

     Y no había mejor manera de acabar este día que atrapando la luz de esa tierra, de esas aguas, de Onuba. La noche nos acompañó de vuelta a nuestros hogares, con nuestras gentes, llevándonos eso sí en nuestras retinas toda esa maravilla de paisaje que guarda nuestra hermana que mira al mar. GRACIAS David por el esfuerzo realizado, por lo organizado que lo tenías todo, por lo agusto que estuvimos y porque eres nuestro amigo. GRACIAS. Y GRACIAS  también a cada uno de los que participásteis, y a aquellos que por motivos varios no pudísteis venir (os llevamos en nuestro corazón y en nuestro recuerdo; que sepáis que os echamos de menos. Y a vuestros videos también)

     Pero Fotoquinto no se cansa de ir de acá para allá. El próximo 12 de octubre llegaremos hasta Monfragüe para captar los paisajes de esa tierra que también conoce y ama nuestra presi. Todavía tenéis tiempo de uniros a aquellos que os apetezca. ¡¡Ánimo, y a DISFRUTAR!!