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lunes, 26 de mayo de 2014

CUANDO LA LLUVIA DE ESTRELLAS SÓLO FUE UN SUEÑO

A pesar de que los pronósticos meteorológicos no nos eran favorables, o tal vez por ello, la madrugada del sábado 24 de mayo de nuevo algunos “locos” de la asociación decidimos quedar a las tres y media de una noche que empezaba a vivir para irnos hasta el cerro del hierro a atrapar estrellas…

Foto: Ascensión Siso

 Estrellas lo que se dice estrellas no atrapamos ni una pero ni por esas nuestra ganas de disfrutar decreció. Ahí estaba ese amanecer en la sierra cargado de sombras, de luces anaranjadas, de cantos de pájaros, de balar de ovejas, y de ese querer disfrutar sí o sí de todo cuanto se nos ofreciera.

Foto: José M. Jiménez

Llegamos hasta allí y al bajarnos de los coches nos encontramos con el primero de los regalos, un cielo limpio, estrellado donde la vía láctea lucía sus mejores galas. Y un fresco serrano que nos hizo detenernos para tomar un cafelito y unas palmeritas de chocolate, después ya podíamos empezar a dar rienda suelta a nuestra creatividad, a esa pasión que nos atrapa y nos envuelve a todos.

Foto: María Sánchez


La primera de las paradas fue en una de las subidas hasta el cerro y allí los árboles fueron objeto de nuestras miradas. Unos toques de luces por aquí, un poquito de luces por allá, un dale un toque de luz al suelo para sacar texturas, un poquito a la copa…en fin que próximamente en nuestras pantallas veremos el resultado. Ya en ese momento los malos presagios iban tomando forma, las nubes cubrían nuestro cielo estrellado y todos comenzábamos a presentir que lluvia de estrellas lo que era lluvia de estrellas no íbamos a tener. Pero daba lo mismo, ahí estaba ese amanecer llenándolo todo con sus luces anaranjadas, violáceas, hermosas como pocas. Y nosotros dispuestos a atraparlas en nuestras retinas y en nuestras cámaras.

Foto: Antonio J. Castaño

El día con sus luces empezaba a vivir y nosotros disfrutamos de ese monumento natural que es el cerro del hierro. Risas y más risas, fotos y más fotos, y la mañana avanzaba. Y ahí seguíamos disfrutando de la naturaleza, de nuestra afición y sobretodo de la compañía y la camaradería que nos caracteriza.


Foto: María Iglesias
Entre risas, un poco de sueño, un poquito de locura, una niña alegre y feliz tomó su cámara, ¿era su primera vez? daba igual; fuera o no la primera lo que sí que es seguro es que no será la única. Su madre orgullosa la contemplaba, se acercaba, le aconsejaba pero ella tiene lo que muchos con años de experiencia nunca tendrán: ojo fotográfico. Eso no lo venden en ningún sitio, en ningún libro te dicen el secreto para encontrarlo; ese se tiene o no se tiene y Carmen, que así se llama la niña, da muestras de poseerlo. Así que ya sabemos quién es nuestra benjamína en Fotoquinto.

Foto: Carmen Varela

 En esta salida extraordinaria, hemos tenido la compañía de de Sheila, Jose y Antonio , que no sé por qué nos da que han venido para quedarse. Bienvenidos y solo esperamos que disfrutéis tanto como nosotros de todas nuestras “locuras”   


Foto: Sheila Barrera

 Texto: Beli Orta




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