ENTRE LA INOCENCIA, LA GENEROSIDAD Y LA IMAGINACIÓN…
Hoy seguimos el recorrido emocional que os proponemos buscando acercarnos lo más posible al sentir real.
Hoy os invitamos a realizar un viaje por la infancia, allí donde la inocencia y la imaginación campan por sus anchas. Y lo haremos de la mano de una de nuestras socias, a través de sus recuerdos y su fotografía.
Ella despierta ternura, cercanía y mucho afecto, un gran corazón que siempre se brinda a ayudar a los demás.
Curiosa y ávida de aprendizaje, de absorber conocimiento. También enamorada de su trabajo, pone toda su dedicación y amor en sus alumnos.
Hoy nos abre las puertas de su corazón, en blanco y negro, nuestra querida Rosario.
- ¿A qué te dedicas?
¿Te refieres a mi trabajo? Soy psicóloga, investigadora y profesora en la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla. Me dedico a investigar y a formar futuros profesionales de la psicología y de la investigación en psicología. Es una actividad que me encanta porque me obliga a estar continuamente aprendiendo. Bueno, obligados a estar continuamente aprendiendo estamos todos. En mi caso implica leer mucho y estar al tanto de todo lo que se “descubre” en mi campo.
- ¿Cómo empezaste en el mundo de la fotografía?
Uy, de adolescente y por un hecho accidental. A mi padre le regalaron (o le tocó en algún sorteo, no somos capaces de ponerlo en pie) una Polaroid. Nunca habíamos tenido cámara en casa y aquello era algo fabuloso. Hacías una foto y en segundos la tenías en la mano. Mira que mimamos aquella película, pero las fotos que traía, creo que eran 12 pero no me eches mucha cuenta, se terminaron. Cuando mi padre fue a comprar otro “carrete” se encontró con que aquello era carísimo para la economía familiar, así que con las mismas la cambió por una Kodak. Y con aquella Kodak di mis primeros pasos con fotografías familiares y de Semana Santa. Más adelante tuve una Olympus prestada y con mi primer sueldo como becaria me compré mi primera Canon AE1 Program. A partir de ahí todo fueron fotos y más fotos de paisajes. Cuanto más parecidas a postales mejor. Me harto de reír pensando en las horas que pasaba esperando que no hubiera nadie en un encuadre de un monumento o de un paisaje, porque detestaba que la gente apareciera en mis fotos. Fíjate tú si me llego a ver ahora, intentando aprender a hacer fotografía callejera.
- ¿Qué tipo de fotografía te gusta más? Intenta definirte con una foto tuya. Muéstranosla.
Pues no sé qué decirte. Entiendo muy poquito de fotografía, en términos de autores, técnicas y corrientes. Claramente tengo una tendencia a la fotografía en blanco y negro, quizás por mi enorme amor al cine en blanco y negro, del que soy una gran fan. Son pocas las películas en blanco y negro asequibles que no habré visto, incluyendo el cine mudo y el expresionismo alemán. Esos contrastes fuertes, contraluces y enfoques cargados de expresión y misterio me fascinan. A mi hija la tengo aburrida de todas las películas en blanco y negro que la he hecho ver desde chica. Me gustaría mucho aprender a hacer fotografía de calle en blanco y negro. A soltarme y ser capaz de estar allí, en la calle, siendo parte de ella e interpretándola a mi manera. Eso lo veo muy difícil. Todavía no me siento capaz, pero lo deseo. Me gusta mucho la fotografía con pocos elementos, centrada en un mensaje muy claro y con pocos componentes que distraigan. Me gusta, también, la fotografía de lo pequeño. Entrar en esos mundos de la macrofotografía y colocarte al nivel y con la sensación de ser algo muy pequeño. Eso me encanta. Eso es fantástico.
Te voy a proponer esta fotografía para definirme. Es de un castillo de arena. Era un atardecer, ya casi de noche, con la playa vacía. Yo estaba dando un largo paseo. A la orilla del mar quedaban los rastros de todas las personas que habían pasado el día en la playa. Lo típico que te encuentras en esos casos, como los hoyos en la arena que hacen los niños o alguna pala perdida. Y allí se levantaba ese castillo fabuloso, que empezaba a estar amenazado por la marea que subía. No sé cuántas cosas sentí y me imaginé sobre cómo y con quién construía yo castillos de pequeña y el poco tiempo que le quedaba a ése. Apenas había luz y saqué la foto como pude, tirada en la arena. Todavía no sabía editar fotografías. Es que casi ni se ve, pero recoge lo que yo sentía en aquel momento. Quizás alguien la vea y sienta cosas.
- ¿Prefieres planificar tus salidas fotográficas o improvisar?
Definitivamente improvisar. No he planificado específicamente una salida fotográfica en toda mi vida. Tienes que pensar que yo no necesito organizar sesiones de fotografía, porque no trabajo en esto. Tampoco planifico para disfrutar la fotografía. Son pocas las veces que digo: “voy a coger la cámara y me voy a fotografiar”. No sé hacer eso y, sobre todo, no dispongo de tanto tiempo como me gustaría. Lo que sí hago es viajar o participar en actividades y me llevo la cámara siempre. De esas experiencias me van saliendo fotografías. No tantas. Algunas las hago con el móvil, porque me las encuentro en medio de las tareas de cada día. Por eso me gustan tan poco los retos o los concursos, que los compañeros del grupo se van a enfadar conmigo, pero es que yo no sé salir a buscar fotografías y menos de un tema determinado. No digo que no sea interesante ¿eh?, o que yo no pueda hacerlo. Ahora tenemos un concurso con un reto mensual en la asociación y yo no he fallado ni un mes, aunque haya entregado un churro. Lo que digo es que va poco conmigo, que no lo disfruto, que me cuesta un montón de trabajo hacerlo.
- ¿Qué es lo que buscas en la fotografía?
¿Qué es lo que busco? Pues te respondería de dos formas distintas. En general, para mí misma lo que busco haciendo fotografía es paz. Tranquilidad. Yo hago fotografías cuando no estoy en medio de la velocidad del trabajo, la casa, la familia… La fotografía es una forma de ralentizar y ser feliz interactuando con el mundo de una manera muy especial. Descubriendo cosas pacíficamente, sin hacer daño. Encontrando belleza y disfrutándola. Sorprendiéndome con cosas que nunca había pensado o visto. Generalmente, la fotografía que no implica eso y que me estresa, no me gusta. La pruebo, pero un día y no más.
La otra forma en la que te respondería a esta pregunta es qué me gusta mostrar en mis fotografías. Me gusta mostrar belleza y sentimientos. Compartir emociones. Con lo de belleza no me refiero forzosamente a lo que alguna gente puede entender por bello mirando una imagen. Hay poemas bellísimos que son muy tristes o tenebrosos. En fotografía pasa igual. Puedes tener una imagen desoladora, pero ser bella en el sentido de emocionar, tocar, abrumar, remover sentimientos e ideas. O al menos eso me gustaría. No comparto fotografías que no me emocionen a mí, aunque sea de una forma muy sencilla y elemental. Otra cosa es que emocionen a alguien, que eso está por ver.
- ¿Qué equipo utilizas y qué no puede faltar en tu mochila?
No utilizo un equipo réflex, porque tengo problemas de espalda. La última réflex que tuve fue la Canon EOS 40D y, por ejemplo, con el 800 de Tamron pesaba tanto que para mí era imposible andar mucho. Dejé de usarla. Durante un tiempo tuve una Leica compacta y, después, una Leica con un 50mm prestada. A partir de aquella cámara he utilizado sin espejos, que pesan menos y me permiten transportarlas. Aun así, cuando voy con mucho equipo (lo habéis visto en alguna salida) llevo a los amigos o a la familia como porteadores. Tengo una Lumix DC G90 con los objetivos Leica Vario-Elmarit para Lumix. Tengo un 50mm, un 12-60mm, un 100-400mm y un macro 45. ¿Qué no puede faltar en mi mochila? ¡A ver qué te digo para que yo parezca una fotógrafa! Yo no llevo casi nada, porque ni uso filtros, ni uso flash, ni elementos sofisticados. Mi cámara y ya está. Mira, lo que sí llevo cuando puedo es el macro, por si acaso, y muchas tarjetas de memoria.
- ¿Has hecho algún tipo de exposición? Cuéntanos (exposiciones, concursos, premios, etc. Que puedas mencionarnos).
¡Terminamos pronto! Es un recorrido muy cortito, pero me ha hecho mucha ilusión exponer. Yo he empezado con la fotografía más en serio gracias a un curso que se realiza todos los años en la Biblioteca de Montequinto (Dos Hermanas), que imparte José Manuel Cabello. Gracias a él pude exponer por primera vez en el Centro Cultural de la Biblioteca parte de los trabajos realizados durante el curso 2018-19 en una exposición que se llamó “Danzagrafías”. Es un gran trabajo el que hace todos los años con los que nos acercamos a la fotografía. Después de ese curso he recibido clases del maestro Hani Latif Zaloum, que me ha enseñado edición e incontables cosas para ampliar mi horizonte en este mundo de la fotografía. Es mucho lo que le debo y gracias a él pude participar en la exposición “Personas. 50 miradas del Colectivo Lucila Fotográfica”, que se presentó en la Sala David Puentes (Fundación de Cultura Andaluza) durante el mes de octubre de 2022. Tengo que agradecer a su comisario y al Colectivo Lucila la oportunidad que me brindaron. Se disfruta mucho cuando los amigos, la familia y hasta los desconocidos hablan contigo sobre algo que nunca han hablado, como son tus fotos. Es como que te descubren. La última exposición de la que te puedo hablar es la que más ilusión nos ha hecho a todos los miembros de Fotoquinto. Tuvo lugar durante el mes de enero de 2023 en la Biblioteca de Montequinto y con el título de “Luz. Mi forma de ver” se la dedicamos a nuestro compañero y amigo Manuel Cardona. En mi corta trayectoria, ésta ha sido la exposición que más emociones me ha despertado, porque la compartía con la familia de nuestra asociación y significaba muchas cosas en nuestra historia. Hemos puesto mucho ahí y recibido mucho. La exposición se ha llevado, después, al Hospital Universitario Virgen de Valme y ojalá que siga su curso viajero a más lugares.
- De todas las fotografías que has hecho, elige un grupo de ellas “especial” y cuéntanos un poco su historia.
Estoy haciendo fotografías de la infancia en la playa, a lo largo de estos últimos años. Quiero fotografiar a niñas y niños libres en la playa, jugando, disfrutando, compartiendo. Creo que para muchos niños y niñas andaluces la infancia y el verano son la playa. Los largos días y tardes y el anochecer en la playa. Muchas horas dedicadas al juego, en un espacio amplio, fuera de las paredes de las casas. Los espacios personales se mezclan en un medio bastante urbanizado en la mayoría de los casos, sí, pero también con un fuerte contacto con elementos de la naturaleza. Te puedes mojar, te puedes manchar, puedes comer de pie, te llenas de arena, te abrigas con toallas. Estás con mucha más gente de la que normalmente estás en tu casa, con amigos, con familia. Las rutinas se rompen y los tiempos se diluyen. Creo, además, que la playa me ofrece muchas oportunidades de mostrar la infancia y el juego. Los niños y niñas no se pueden fotografiar, a menos que tengas permiso de sus tutores, así que la mayoría de estas fotografías, si no todas, están tomadas a contraluz, lo que también me supone un reto expresivo. A ver qué sale. Te lo contaré en unos años.
Como proyecto a largo plazo, además de el que te he hablado, estoy intentando recoger, también, la figura humana en la ciudad. Pero no personas y personajes, como fotografía de retrato, sino las figuras humanas en los espacios de la ciudad, como sombras. Eso me permite mirar los reflejos, las siluetas, las proyecciones mezcladas con el espacio urbano. Es otra forma de mirar personas y ciudad y para mí supone un gran reto expresivo. Como antes, te digo que ya te contaré los resultados dentro de unos años.
- ¿Tienes en mente algún proyecto o formación importante o algo que quieras conseguir fotográficamente hablando?
Como formación, comienzo este año un curso de fotografía empezando por lo más básico, a ver si me pongo al día y consigo aprender los principios técnicos de todo esto.
- 10.¿Tienes algún fotógrafo o fotógrafos de referencia? ¿Qué es para ti una buena fotografía?
Respecto a la primera pregunta no sé decirte. Me gustan los grandes fotógrafos, como a todos, pero no tengo tanta cultura fotográfica. Hay muchísimo que desconozco. Te lo cambio por la pintura. Soy muy aficionada a la pintura, tanto, que todos los años hago al menos 3 viajes sólo para ver exposiciones. No hago más porque no puedo. Me gustan muchos tipos de pintura, desde los prerrafaelitas, hasta la pintura de Flandes. Me gustan los grabados. Por supuesto el impresionismo. Si tengo que citarte algunos pintores, me gustan autores tan dispares como Turner, Millais, Hopper, Bruegel el viejo y Sorolla.
Sobre la segunda pregunta, mira, discuto tanto los criterios tan altamente subjetivos de los jurados, que este verano he estado leyendo literatura sobre cómo valorar la calidad en el arte y ni los que escribían sobre el tema tenían más idea que cualquiera de nosotros, más allá del dominio técnico y de lo que se valora en una época concreta. No sé lo que es una buena fotografía. Algo que te “toque”, que te llegue, que te emocione. Y como a cada uno nos emociona una cosa diferente, hay buenas fotografías para todos los gustos.
- 11.Redes sociales ¿sí o no?
Sí, por qué no, si se tiene criterio y no te dominan. A mí me gusta estar al tanto de todo lo de mi época y ser parte de ella, y ésta era digital es mi época. Algunas personas las necesitan, además, como parte de su trabajo. Yo no las uso mucho y las conozco poco, pero no estoy en contra de utilizarlas con moderación. Sin moderación o como muestra de la intimidad sin criterio, no. Como psicóloga te diría muchas cosas, pero no es el momento. No publico fotografías privadas, ni asuntos familiares. No hay fotos mías con la gente a la que quiero o mostrándome a mí en viajes personales, porque ésa ha sido mi opción. Sí me gusta, sin embargo, publicar algunas de las fotografías que hago y recibir comentarios de los amigos o compañeros. Esa forma de comunicación me gusta. También me gusta usar las redes para la difusión de mensajes ideológicos, de aquello que me parece importante compartir y defender. Pero ya te digo, de higos a brevas.
- 12.¿Con retoque o sin retoque?
Con todo lo que cada uno quiera. Esto es un medio de expresión y sería un sinsentido limitar la creatividad de las personas que intentan expresarse de mil maneras diferentes usando una cámara de fotos. Fíjate si a los cubistas les dijéramos que lo que hacen no es pintura, porque no dibujan como Velázquez. Creo que esto del tipo de fotografía depende de los objetivos. Si quieres mostrar cómo es una guerra o cómo ha sido un terremoto, no te puedes inventar las fotografías, porque intentas documentar, como si estuvieras recogiendo datos para una investigación. Por supuesto que aun así habrá una perspectiva y unas opciones que se han tomado al hacer la fotografía, pero no editas con el objetivo de cambiar lo que la cámara ha recogido. Si quieres fotografiar un águila no parece que tenga sentido retocarla y que sea de otro color, ¿no? Si quieres mostrar cómo es un paisaje que has imaginado, en cambio, puedes hacer fotos y mezclarlas o combinarlas o resaltar los colores. El ojo no es el que mira, mira el cerebro. No hay cámara que recoja bien lo que mira un cerebro con unos sentimientos, unos motivos y una historia determinados. La tecnología de la cámara ya es tecnología. La tecnología de la edición puede ayudarte a mostrar lo que tú has sentido. Y si la discusión surge porque se quieren diferenciar distintos tipos de fotografía, que se haga, que se diferencien y se les ponga “apellido”.
- 13.¿Qué te aporta Fotoquinto y las personas que lo forman?
Muchas cosas. Amistad, conocimientos, modelos, momentos compartidos en torno a la fotografía. Mantenerme en esto de hacer fotos, que a veces es tan difícil en medio del ajetreo de la vida cotidiana, porque los compañeros son un estímulo que tira de ti y hacen que crezcas.
Muchas gracias.
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